Capacidad de producción: Un súper-indicador
Estar a cargo de una planta de producción implica necesariamente tener a disposición la tecnología y las habilidades requeridas para desplegar una operación más eficiente y, por ende, más rentable. Hoy hablaremos sobre un súper indicador: “capacidad de producción”, teniendo en cuenta que, a nivel directivo, reviste gran importancia para planificar las operaciones de producción que aseguren el cumplimiento de los objetivos establecidos.
La capacidad de producción, como su nombre lo indica, hace referencia a la cantidad máxima de productos y servicios que una empresa puede generar a partir de los recursos existentes, ajustando el sistema para producir a un menor costo.
Decimos que es un “súper-indicador” porque cuando la capacidad de producción es optimizada, los costos y los recursos se equilibran y es allí donde se maximizan los resultados, buscando siempre sostener la calidad.
Para calcular la capacidad de producción, es necesario considerar los componentes que influyen en la cantidad de productos que se pueden producir, tales como: el tamaño de la instalación, la maquinaria, el tiempo de cada proceso, la mano de obra, el nivel de tecnología, la capacidad de almacenamiento y los recursos existentes.
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Para calcular la capacidad de producción de una empresa, se pueden usar diferentes métodos, entre ellos:
Análisis de la curva de producción
Este es el método más común. Implica establecer la cantidad de productos que se producen en un periodo de tiempo específico, en una hora o un día determinado.
Análisis de costos
Implica calcular los costos de producción por unidad de producto. Enfocándose en el costo total del proceso de producción. La información obtenida se utiliza para estimar el costo por unidad de producto, arrojando una idea de la cantidad que se pueden producir en un periodo de tiempo específico.
Análisis de duración del proceso
Este método busca determinar el tiempo requerido para completar un proceso de producción y así calcular la cantidad de unidades terminadas en un periodo. Independiente del método, la capacidad de producción es un indicador muy importante para la toma de decisiones y la planificación de producción, puesto que, al tener conocimiento pleno de toda la línea, es posible realizar ajustes en los procesos susceptibles de optimización. En definitiva, será una auditoria de procesos la que nos permitirá identificar en dónde tenemos oportunidad de mejora y así obtener el máximo beneficio de la capacidad de producción.
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Como hemos visto, determinar la capacidad de producción, conduce al control de factores como las materias primas, el espacio, los precios, la mano de obra y los tiempos, entre otros, pero lo verdaderamente importante reside en lograr el aumento de dicha capacidad, ampliando el detalle de la operación para detectar paradas innecesarias, implementar la automatización de tareas repetitivas y establecer la inyección de capital que permita inversión en tecnología.
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